De Panguipulli, Lago Ranco, Futrono y Paillaco son los productores cuyos trabajos fueron garantizados por su calidad.
Un total de 17 usuarias de la región de Los Ríos fueron autorizadas con el uso del Sello Manos Campesina, que busca destacar y visibilizar los productos de la Agricultura Familiar Campesina en el mercado nacional, garantizando estándares de calidad, producción e inocuidad.
Los campesinos corresponden a nueve de la comuna de Panguipulli (8 sellos de artesanía y 1 de procesados); dos usuarios de Lago Ranco (2 sellos de artesanía); cinco de Futrono (3 de procesados y 2 de artesanía) y un usuario de Paillaco con el sello de hortalizas
El Sello Manos Campesinas es un sistema de acreditación que respalda atributos de productos y servicios generados por pequeños productores a lo largo de todo el territorio nacional. La sola presencia de este sello, asegura el cumplimiento de sus estándares, además de fomentar el desarrollo económico local de familias campesinas.
Seres Mágicos Mapuches
Juana Quintoman, creadora de los seres mágicos con identidad mapuche, vive en el sector de Lago Neltume, comuna de Panguipulli y feliz relata lo importante que es para ella tener la autorización del sello manos campesina, “siempre quise tener este sello, pero nunca pensé en obtenerlo, y la verdad es que estoy muy contenta, porque con cada persona que conversaba y que tenía el sello me comentaba lo bueno que era contar con esta particularidad, porque uno llega a otros mercados y a otro público”.
Un ser mágico mapuche nace de figuras inspiradas en relatos y tradiciones ancestrales. Juana, por años se dedicó a tejer el telar mapuche, y desde hace 5 años se dedica a elaborar 100% a mano los muñecos que sorprenden con replicas en miniaturas de tejedoras, lonkos, machis, waichafes y que con extrema minuciosidad copian los ponchos, chalecos y calcetas tejidas a telar y que utilizan en su diario vivir.
“Mi marido me ayuda mucho”, comenta Juana, enfatizando que “él realiza todas las miniaturas en madera, las joyas como los aros (chaway chapel) y las trapelakuchas están hechas con latas de bebidas recicladas, entonces todo este trabajo nos lleva aproximadamente tres días, pero lo hacemos con cariño”.
Por mucho tiempo, Juana Quintoman, comercializó sus seres mágicos en la Fundación Huilo Huilo y ahora lo hace desde INDAP y orgullosa espera llegar a más mercados incluso al internacional.
Fuente: Diario Futrono